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viernes, 27 de agosto de 2021

ALTERACIONES EN LA COMUNICACION Y EL LENGUAJE

 

Los trastornos del desarrollo del lenguaje y la comunicación son aquellos que se producen durante los primeros años de la evolución de la persona, debidos a problemas de estimulación, personalidad, motivacional, situacional, o por una interacción o adición de todas estas variables.

 No cabe duda que en este amplio grupo, se incluyen alteraciones que en la comunicación y el lenguaje presentan niños con autismo y niños con otros trastornos del desarrollo. 

Según la diversa investigación al respecto los trastornos de la comunicación y el lenguaje se dividen en trastornos de la función comunicativa, del lenguaje expresivo o del lenguaje receptivo. 

Hay niños/as que tiene dificultad para desarrollar el lenguaje expresivo en el periodo crítico del desarrollo, principalmente los niños/as autistas al carecer de imputs intersubjetivos, que ponen en marcha los mecanismos específicos de adquisición lingüística. Cuando esta dificultad no es tan insuperable para dejarles sumidos en el mutismo, tienden a desarrollar un lenguaje poco funcional y espontáneo con alteraciones peculiares como la ecolalia, la inversión de formas deícticas, la literalidad extrema de los enunciados y las formas de comprensión, el laconismo, la presencia masiva de formas imperativas y ausencia o limitación de declarativas, la emisión de verbalizaciones semánticamente vacías, irrelevantes o poco adaptativas a las situaciones interactivas y una limitación extrema de las competencias de conversación y discurso. 

Dado que las alteraciones en el lenguaje principalmente en niños/as con autismo, se centra en desarrollar su componente pragmático de carácter declarativo o protodeclarativo, la labor del psicólogo o psicopedagogo debe enfocarse al lenguaje oral y a los procesos comunicativos de interacción social, dirigiendo sus esfuerzos a la reacción de conductas comunicativas, expresivas espontaneas. 

Centrándonos en la intervención de los problemas del lenguaje expresivo, en general en cualquier trastorno pero principalmente en el trastorno autista en niños/as con mutismo total o funcional, son muy útiles los programas de signos, en niveles un poco superiores, el objetivo es desarrollar el léxico y promover la construcción espontánea de oraciones no ecolálicas, que implican novedad y creación formal. En esos niveles se trabaja el lenguaje verbal y en ocasiones con lectoescritura. Los niños/as que son capaces de crear formalmente oraciones espontáneas, pero no de conversar, deben aprender mediante ejercicios explícitos y ayudados por medios gráficos y apoyos lingüísticos a describir, narrar o mantener interacciones lingüísticas cada vez más largas y complejas, más semejantes a conversaciones. En este sentido las intervenciones, deben pasar de ser muy imitativas y directivas a más interactivas, fluidas y naturalistas.

Cuando tienen niveles más altos de capacidades lingüísticas, el objetivo en la intervención está dirigido a mejorar sus habilidades pragmáticas, ayudar a interpretar los significados no literales del lenguaje, limitar las anomalías prosódicas y disminuir la ansiedad ante la actividad lingüística. Se les enseña a iniciar conversaciones, pedir aclaraciones cuando no comprenden algo, hacer comentarios que implican empatía, realizar conversaciones en situaciones simuladas, explicar metáforas o ironías, emplear el tono para transmitir estados de ánimo, interpretar intenciones reales o representadas de conversación. 

En los últimos años se ha impuesto la idea de priorizar el tratamiento del polo expresivo del lenguaje sobre el receptivo, el objetivo esencial es motivar primero la actuación lingüística del niño/a mediante palabras o signos y dejar las tareas de discriminación receptiva que pueden resultar tediosas o difíciles para más delante en el tratamiento. 

El impacto que tiene los trastornos del desarrollo del lenguaje y sobre todo los trastornos generalizados del desarrollo, hace necesaria la detección temprana de los mismos, para poder dirigir una intervención precoz e individualizada, que produzca resultados correctos en el desarrollo a corto y medio plazo.