TRADUCTOR

jueves, 24 de agosto de 2017

APRENDIZAJE Y FUNCIONES EJECUTIVAS EN LA INFANCIA


Resultado de imagen de mafalda y funciones ejecutivas


Las funciones ejecutivas han demostrado desarrollarse con mayor rapidez en la etapa de escolarización obligatoria, e influyen muy directamente, en diversos problemas de aprendizaje, trastornos de conducta, TDAH, trastornos de déficit de atención o trastornos del espectro autista entre otros.

Las funciones ejecutivas hacen referencia a procesos tan variados como; el establecimiento de metas, la formulación de hipótesis, la planificación, la focalización y el mantenimiento de la atención, la generación de estrategias, la monitorización de la conducta, la capacidad de resolución de problemas, la flexibilidad cognitiva, la memoria de trabajo, la inhibición de respuestas o el control de las emociones.

Estas funciones implican por lo tanto, componentes de naturaleza cognitiva y emocional y tienen un papel fundamental en la regulación de la conducta orientada a un objetivo.
Estas características, hacen que las funciones ejecutivas sean vistas como componentes de carácter supraordinal, apoyados en diversos estudios neuroanatómicos que así lo demuestran. Estos trabajos indican, la existencia de una organización jerárquica de la corteza cerebral, donde las áreas prefrontales jugarían un papel esencial a la hora de integrar y dar respuesta a la información procedente del exterior.

De este modo, se han propuesto las áreas prefrontales del cerebro como la base neurológica de las funciones ejecutivas. Esta relación ha sido confirmada por estudios con poblaciones infantiles con daño cerebral, que han permitido asociar daños en esta zona con ciertos déficits ejecutivos como: desatención, dificultad para la solución de problemas, disminución de la flexibilidad cognitiva, dificultades en el control de los impulsos y las emociones o dificultades de planificación.

Esta zona se caracteriza por su dinamismo y flexibilidad, por lo que las funciones desempeñadas por estas áreas, dependen también de otras regiones del cerebro como; las zonas corticales posteriores y otras estructuras límbicas y basales.

Las funciones ejecutivas además, parecen desarrollarse de forma progresiva pero asimétrica a diferentes ritmos, señalando otros estudios diferentes fases en su desarrollo:
-          El intervalo comprendido entre los 6 y 8 años, supone un período en el que las capacidades de planificación y organización se desarrollan más rápidamente. Si bien no alcanzan niveles óptimos hasta edades más tardías. En este periodo van apareciendo conductas estratégicas más organizadas y eficientes.
-          Entre los 12 y los 14 años de edad se desarrolla el control inhibitorio. 
-          Mientras que otras funciones como la flexibilidad cognitiva, la memoria de trabajo o la resolución de problemas complejos, siguen desarrollándose hasta el periodo comprendido entre los 15 y los 19 años.

No obstante, son numerosos los estudios que indican que estos componentes, no maduran completamente hasta llegar a la edad adulta.

Los periodos donde las funciones ejecutivas han demostrado desarrollarse con mayor rapidez, coinciden con las etapas de escolarización obligatoria, por lo que evaluar estos aspectos, en relación con la aparición de ciertas dificultades de aprendizaje o de adaptación en estas etapas, es de especial interés, así como tenerlo en cuenta a la hora de su intervención.


El funcionamiento de las funciones ejecutivas, juega un papel fundamental en la conducta de niños y adolescentes, en el aprendizaje y desarrollo académico o en las relaciones familiares y sociales.
Es necesario por tanto evaluarlos y tratarlos, como parte fundamental en diversas terapias con niños y adolescentes, pues los posibles déficits en las funciones ejecutivas, pueden condicionar el funcionamiento diario en la etapa infantil o en la adolescencia, en contextos significativos que condicionan su desarrollo.

miércoles, 23 de agosto de 2017

TRASTORNOS DEL LENGUAJE TRASTORNOS DE LA ESCRITURA


Resultado de imagen de MAFALDA LENGUAJE ESCRITURA


En el tratamiento de los trastornos de escritura se deben tener en cuenta las causas que lo producen, tanto si son o no debidos a trastornos en el lenguaje.

En la intervención que se realiza en los niños/as con trastornos de disortografía se tienen en cuenta las causas que las producen.
Las deficiencias ortográficas más frecuentes que nos podemos encontrar y que están causadas por diferentes trastornos del lenguaje son:

Sustitución de un fonema por otro de mayor proximidad o de uso más frecuente, en su punto de articulación, este error en el lenguaje se produce por el filtro erróneo que el cerebro realiza sobre algunos fonemas, por ejemplo sustitución de lt por rt, donde pronuncian y escriben de la misma manera, en lugar de –falta- dicen –farta-. La intervención que se realiza en estos casos, es conseguir un sistema consolidado y bien diferenciado de fonemas, mediante un buen entrenamiento articulatorio y de diferenciación visual de los fonemas también en la escritura Entre las sustituciones que merecen más atención están: b/f, p/b, m/p, f/z, d/t, k/g, c/j, ñ/l/ll/ch/y, k/g/j.

Sustitución de fonemas en el modo de articulación, por deficiencias en discriminación auditiva, se da propiciado por una sonoridad de consonantes poco diferenciadas. Entre las consonantes de confusión más frecuente por el modo de articulación, cabe mencionar f/z/s/j y p/t/ch/k, la intervención se apoya en la observación de la manera de articular del niño/a y consiste en estimular su discriminación realizando ejercicios de comparación con fonemas diferentes. Debe completarse con el refuerzo de su integración en su esquema mnésico, mediante el reconocimiento visual y la escritura.

Sustitución de fonemas de forma gráfica parecida, entre las vocales e/i, o/u, e/a, a/o (por ejemplo mana/mena/mina), o entre consonantes (aguja/abuja), la corrección que se realiza se apoya en la sonoridad de las vocales, en ejercicios de contraste, en ejercicios de escucha discriminatoria y lenta además de entrenamiento gráfico, que evidencien las secuencias correctas.

Inversión de letras, que se dan por deficiencias en el control espacial o temporal, bien por falta de atención o por deficiencia en la transcripción de la información del cerebro a la motricidad manual, que conlleva retrasos de lo que se escribe respecto al procesamiento del cerebro o la alteración del orden lógico de las grafías. La intervención se basa en un entrenamiento perceptivo en el que se identifican las alteraciones para estimular la sensibilidad del niño/a en la discriminación adecuada de la secuencia gráfica. Esta deficiencia es más frecuente en sílabas inversas trabadas o mixtas, la intervención procura grabar firmemente la secuencia, para facilitar la discriminación y el uso adecuado por el alumno en su lenguaje escrito.

Omisión de fonemas, por su no aplicación en el lenguaje oral, que acaba por inducir una perdida de atención sobre ellas y consecuentemente, su ausencia gráfica. Este defecto se potencia cuando el niño/a escribe haciendo un relato fonético. Pueden llegar a perder la atención sobre ello omitiéndolos por sistema. Este tipo de defecto se trata haciendo que el sujeto incida en la creación expresiva de su propio pensamiento, sin seguir la traza fonética de las palabras y siendo rigurosos en la aplicación de las normas.

La inversión de sonidos próximos tales como b/v, c/z, ll/y c/k, d/z, m/n, c/q, suele ser reflejo de la falta de madurez expresiva del niño/a, o de falta de atención personal o cultural. El defecto se produce porque la imagen de la palabra no existe o está asociada con otras que suena de manera parecida en su fuente de alimentación léxica. La intervención debe basarse en el adiestramiento, rigor en la expresión, atención, cuidado y control hasta arraigar de forma clara la imagen correcta de la palabra, en el léxico de los niños/as. Esta intervención suele ser poco eficaz, si los niños no están conscientemente implicados en su reeducación.

Se debe tener en cuenta que los procesos de lenguaje oral y de la lecto-escritura tienen una naturaleza integrada, por lo que se debe prestar ayuda a los alumnos adaptada a las características y necesidades particulares de cada uno, promoviendo el empleo de diferentes formatos visuales, auditivos y motores para facilitar el aprendizaje del lenguaje y la escritura de manera integrada

ERRORES MATEMÁTICOS CAUSAS Y CONSECUENCIAS


Resultado de imagen de mafalda y las matematicas


Los efectos de la dificultad con el aprendizaje de las matemáticas, son diversos y van más allá del área académica, pudiendo también afectar o verse afectados por áreas como la atención, impulsividad, perseveración, lenguaje, lectoescritura, memoria, autoestima o habilidades sociales.

Una de las razones por las que las matemáticas pueden ser tan difíciles para tantos niños/as, es que implican un alto grado de integración de destrezas cognitivas que no son específicas de las matemáticas, pero que intervienen en su aprendizaje. Por ejemplo existe una estrecha relación entre los problemas de lecto-escritura y la dificultad en el aprendizaje matemático, “es casi imposible encontrar niños/as excepto en edades inferiores, que tengan dificultades de lectura y obtengan buenas puntuaciones en pruebas escritas de aritmética”.

Del mismo modo, los problemas de atención selectiva se reflejan en las dificultades de aprendizaje matemático. Esto se debe al hecho de que la realización de tareas matemáticas, exige una distribución cuidadosa de los recursos de procesamiento mental y memoria, así como del empleo de estrategias ordenadas y jerarquizadas, que implican un encaje progresivo de unos procedimientos con otros.
Los niños/as que presentan problemas de atención, suelen encontrar dificultades para organizar estructuras jerárquicas de actividades o procesos mentales, lo que tiene consecuencias especialmente negativas en el aprendizaje matemático.

Ciertas dificultades para el aprendizaje de las matemáticas, pueden estar también condicionadas por factores de memoria, como se han podido observar en diferentes investigaciones.
Esta parte del sistema cognitivo se compone de un procesador central y dos memorias: una más permanente que almacena reglas, listas de hechos etc., y otra de corta duración, que servía de memoria de trabajo, para el procesador central.

Se ha podido observar que, el funcionamiento de esta memoria de trabajo, depende también del tipo de materiales por ejemplo, palabras o números etc., que debe almacenar temporalmente mientras el procesador hace otras tareas. Por tanto, es posible tener problemas para almacenar en la memoria materiales numéricos y no verbales o visuales, además de no tener las estrategias adecuadas para saber mantenerlo para su posterior procesamiento.

La ansiedad y los niveles de arousal es otro de los factores que influye en los niños/as con dificultad en el aprendizaje matemático, que se deberá tener en cuenta  para que aprendan a controlarlo y ajustarlo a lo largo de su desarrollo, de forma que les permita un rendimiento óptimo en esta u otras áreas.
En cualquier actividad en la que se esté intentando mantener un cierto rendimiento óptimo, es importante mantener un cierto nivel de arousal intermedio que para cada persona y según la situación, le permitiría un máximo rendimiento. Esto es algo que hay que aprender a controlar, ya que si el nivel de arousal es excesivo se paraliza la correcta productividad (muy relacionado con la excesiva activación e impulsividad) y si el nivel de arousal es muy bajo, pude que no haya apenas activación para producir o rendir (relacionado principalmente con la motivación, estado emocional y previsión de resultados).

Las causas cognitivas, emocionales o conductuales son importantes para intervenir correctamente la dificultad en el aprendizaje matemático, aunque también hay que tener en cuenta los déficits que acarrea y sus consecuencias principalmente en: atención selectiva, conductas de impulsividad, falta de perseveración e inconsistencias en la correcta resolución (resolviendo bien problemas un día, pero no el otro), baja auto-monitorización, problemas de lenguaje y lectura, dificultad de organización espacial, de habilidades grafo-motrices, de memoria u orientación espacial, baja autoestima y dificultad en las habilidades sociales.

Estas consecuencias pueden también estar relacionadas, con un trastorno por déficit de atención e hiperactividad, superpuesto con una dificultad de aprendizaje en esta área, que es algo muy frecuente y el que también se dan dificultades en habilidades sociales, de socialización, conductuales etc.

Esto refleja la complejidad ante la que nos encontramos y la necesidad de tratar la dificultad desde diferentes áreas y perspectivas. Se trata de integrar en el tratamiento de las dificultades con las matemáticas los avances y enfoques psicológicos, estratégicos y cognitivos, además de enfoques conductuales y neoconductuales, clínicos y educativos.

Todo ello permite cuando se evalua e interviene en este déficit de aprendizaje, ser más eficaz y eficiente, en la ayuda a las niños/as con dificultades de aprendizaje en general y en particular en el aprendizaje de las matemáticas o de otra naturaleza personal.

Sería un lujo imperdonable no utilizar todos los recursos disponibles y que han sido verificados científica y rigurosamente, para la mejora de la calidad de vida de las personas con dificultades.

CAPACIDAD LINGÜÍSTICA Y DIFICULTAD EN LA COMPRENSIÓN LECTORA


Resultado de imagen de mafalda y comprension lectora


Las dificultades con el lenguaje oral principalmente en comprensión, así como con el lenguaje escrito, es el criterio determinante en el establecimiento de las dificultades lectoras en niños y niñas.

La posible existencia de dificultades con el lenguaje oral, principalmente en comprensión, es un aspecto que se debe comprobar siempre, para poder establecer si el problema de comprensión lectora, radica esencialmente en la escritura y su comprensión, o en ambos dominios del lenguaje.

Diversos estudios han señalado que, la clave de los problemas con la comprensión lectora en niños/as, están relacionados con problemas en la decodificación y tienen su origen en dificultades con el procesamiento fonológico, los problemas con dificultades de comprensión general de textos, se situaría en un déficit estratégico, de ahí que desde hace unos años, se está prestando gran atención a las estrategias metacognitivas, que cumplen la labor de guiado y control de la propia actividad cognitiva en general y en particular la actividad cognitiva lectora.
Si el niño/a tiene un déficit lingüístico más general, que se haría patente tanto en el lenguaje oral como en el escrito, deberían tratarse estos, al mismo tiempo que se trata el problema de comprensión lectora, ya que existe una alta correlación entre los problemas de lenguaje oral y de lectura y/o escritura. Además deberán intervenirse también los problemas de estrategias cognitivas, que siempre están presentes en los malos lectores, tanto si el  problema está relacionado con problemas en el lenguaje, como si no es así.

Para ser un buen lector no sólo es necesario implicarse activamente en la lectura del texto, sino que también exige ser competente desde el punto de vista de las estrategias.
Así diversas investigaciones ponen de manifiesto que los alumnos que fallan en la comprensión se caracterizan por, tener una actitud pasiva cuando leen, lo que les lleva a una actividad rutinaria, carente de esfuerzo hacia la búsqueda  y construcción del significado, y por tanto, a una falta de ajuste de estrategias lectoras a las demandas de la tarea, haciéndose también patente en niños/as con problemas en la decodificación, ya que pueden perder el interés o la motivación por la lectura.

El déficit estratégico o escasez e inadecuación de estrategias, sería una de las principales causas de los problemas de comprensión, aunque no el único, como se ha dicho anteriormente.
Las estrategias de comprensión lectora constituyen una parte de las estrategias de aprendizaje, por eso existe un amplio consenso en la necesidad de enseñar las estrategias de comprensión de un modo directo y explícito, sobre todo con los niños/as que tienen un desconocimiento en su utilización o que por presentar diferentes problemas de lenguaje (dislexia, dislalias o disfemia….) estos puedan derivar en problemas de compresión lectora.

Desde el un punto de vista educativo, las estrategias que se pueden utilizar al enseñar el proceso de comprensión lectora, podrían ser las siguientes:
§         Habilidades previas a la lectura de un texto
-          Establecer un propósito u objetivo con la lectura.
-          Formular hipótesis y predicciones sobre el contenido del texto.
-          Activar los conocimientos previos. Atención al vocabulario.
§         Habilidades durante la lectura de un texto
-          Autocontrol de la comprensión.
-          Habilidades de vocabulario: claves contextuales y análisis estructural.
-          Conciencia de la progresión temática de párrafo a párrafo.
-          Distinguir la información relevante.
-          Deducir y realizar inferencias.
-          Analizar la organización de las ideas o estructura del texto.
-          Organizar e integrar el contenido.
-          Realizar nuevas predicciones y evaluarlas.
-          Leer críticamente.
§         Habilidades posteriores a la lectura de un texto
Incluye todas las técnicas que ayudan al estudio de un texto (subrayado, resumen, elaboración de esquemas, mapas conceptuales, anotar ideas etc.)


Cuando los alumnos mejoran su capacidad de comprensión lectora, mejoran su capacidad de aprendizaje no solo en las materias lingüísticas, sino también y además en materias que tienen que ver con el razonamiento o la comprensión de problemas matemáticos.