La disortografía es un trastorno
que se evidencia por una disfunción en el desarrollo de la capacidad expresiva
y una alteración en el procedimiento escrito, frecuentemente asociado a la
dislexia o disgrafía, sí bien estos procesos pueden darse también de forma
independiente.
Cuando se produce este
trastorno se interrumpe la comunicación entre el conocimiento y su
representación gráfica, de manera inconsciente en quién lo padece.
Pero ¿Cuáles son las posibles
causas de la disortografía?
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Esta se puede producir por perturbaciones de los
referentes ortográficos como: una deficiente articulación o pronunciación,
fallos en la memoria visual o auditiva y en la estructuración espacio-temporal
del pensamiento. Las perturbaciones en cualquiera de estos condicionantes
pueden dar lugar a dificultades o incorrecciones en la evocación y en
consecuencia, a disfunciones ortográficas.
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El proceso de selección entre referentes
optativos y criterios que determinan la representación gráfica concreta, que
depende de factores intelectuales y motivacionales de quién escribe.
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La correcta automatización de procesos motores,
que se desencadenan en la ejecución de la escritura, que dependerá de la
metodología de aprendizaje que haya recibido el niño/a.
Las deficiencias articulatorias
en estos casos se manifiestan con síntomas en la escritura como: sustitución de
fonemas por otros de articulación próxima o de ejecución semejante (p,b,m),
(d,t), (r,rr,l,n) (k,b,c,l).
Cuando la dificultad está en
las perturbaciones de la memoria visual, suelen apreciarse la sustitución de
unos fonemas por otros de forma parecida, la alteración de la disposición
secuencial de letras en la cadena gráfica o la poca persistencia en la
retención de formas gráficas.
Las perturbaciones en la
memoria auditiva, en estos casos da lugar a omisión de fonemas, inversión de
sonidos que admiten doble grafía o cambian la disposición secuencial correcta y
a la adición de fonemas innecesarios.
Entre los síntomas de una
disortografía ocasionada por la localización espacio-temporal, suele darse la
inversión de grafías o de sílabas con una disposición similar (p-q,u-n) o
alterando la disposición de los elementos en las sílabas y la escritura
anacrónica o en espejo.
Además ciertas deficiencias en
procesos de carácter intelectual, pueden ocasionar defectos en la síntesis
entre el fonema y la grafía o la separación errónea en la secuencia gráfica,
introduciendo espacios en blanco en lugares que no son pertinentes o por
alteración de separaciones silábicas.
Un automatismo motor
deficiente, puede dar lugar a inseguridad grafomotriz que se manifiesta en
letra temblorosa, errores motores y una ejecución poco clara o poco armoniosa
de la cadena gráfica.
Es importante que en la
rehabilitación, se tenga en cuenta el origen de la disfunción para tratarla
correctamente, no sólo en su forma articulatoria sino también ortográficamente,
con el fin de subsanar definitivamente la dificultad. La vía
visual, auditiva y gráfica se encuentran íntimamente relacionadas en este tipo
de trastornos, por lo que se trabajan de forma conjunta.