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miércoles, 23 de agosto de 2017

TRASTORNOS DEL LENGUAJE TRASTORNOS DE LA ESCRITURA


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En el tratamiento de los trastornos de escritura se deben tener en cuenta las causas que lo producen, tanto si son o no debidos a trastornos en el lenguaje.

En la intervención que se realiza en los niños/as con trastornos de disortografía se tienen en cuenta las causas que las producen.
Las deficiencias ortográficas más frecuentes que nos podemos encontrar y que están causadas por diferentes trastornos del lenguaje son:

Sustitución de un fonema por otro de mayor proximidad o de uso más frecuente, en su punto de articulación, este error en el lenguaje se produce por el filtro erróneo que el cerebro realiza sobre algunos fonemas, por ejemplo sustitución de lt por rt, donde pronuncian y escriben de la misma manera, en lugar de –falta- dicen –farta-. La intervención que se realiza en estos casos, es conseguir un sistema consolidado y bien diferenciado de fonemas, mediante un buen entrenamiento articulatorio y de diferenciación visual de los fonemas también en la escritura Entre las sustituciones que merecen más atención están: b/f, p/b, m/p, f/z, d/t, k/g, c/j, ñ/l/ll/ch/y, k/g/j.

Sustitución de fonemas en el modo de articulación, por deficiencias en discriminación auditiva, se da propiciado por una sonoridad de consonantes poco diferenciadas. Entre las consonantes de confusión más frecuente por el modo de articulación, cabe mencionar f/z/s/j y p/t/ch/k, la intervención se apoya en la observación de la manera de articular del niño/a y consiste en estimular su discriminación realizando ejercicios de comparación con fonemas diferentes. Debe completarse con el refuerzo de su integración en su esquema mnésico, mediante el reconocimiento visual y la escritura.

Sustitución de fonemas de forma gráfica parecida, entre las vocales e/i, o/u, e/a, a/o (por ejemplo mana/mena/mina), o entre consonantes (aguja/abuja), la corrección que se realiza se apoya en la sonoridad de las vocales, en ejercicios de contraste, en ejercicios de escucha discriminatoria y lenta además de entrenamiento gráfico, que evidencien las secuencias correctas.

Inversión de letras, que se dan por deficiencias en el control espacial o temporal, bien por falta de atención o por deficiencia en la transcripción de la información del cerebro a la motricidad manual, que conlleva retrasos de lo que se escribe respecto al procesamiento del cerebro o la alteración del orden lógico de las grafías. La intervención se basa en un entrenamiento perceptivo en el que se identifican las alteraciones para estimular la sensibilidad del niño/a en la discriminación adecuada de la secuencia gráfica. Esta deficiencia es más frecuente en sílabas inversas trabadas o mixtas, la intervención procura grabar firmemente la secuencia, para facilitar la discriminación y el uso adecuado por el alumno en su lenguaje escrito.

Omisión de fonemas, por su no aplicación en el lenguaje oral, que acaba por inducir una perdida de atención sobre ellas y consecuentemente, su ausencia gráfica. Este defecto se potencia cuando el niño/a escribe haciendo un relato fonético. Pueden llegar a perder la atención sobre ello omitiéndolos por sistema. Este tipo de defecto se trata haciendo que el sujeto incida en la creación expresiva de su propio pensamiento, sin seguir la traza fonética de las palabras y siendo rigurosos en la aplicación de las normas.

La inversión de sonidos próximos tales como b/v, c/z, ll/y c/k, d/z, m/n, c/q, suele ser reflejo de la falta de madurez expresiva del niño/a, o de falta de atención personal o cultural. El defecto se produce porque la imagen de la palabra no existe o está asociada con otras que suena de manera parecida en su fuente de alimentación léxica. La intervención debe basarse en el adiestramiento, rigor en la expresión, atención, cuidado y control hasta arraigar de forma clara la imagen correcta de la palabra, en el léxico de los niños/as. Esta intervención suele ser poco eficaz, si los niños no están conscientemente implicados en su reeducación.

Se debe tener en cuenta que los procesos de lenguaje oral y de la lecto-escritura tienen una naturaleza integrada, por lo que se debe prestar ayuda a los alumnos adaptada a las características y necesidades particulares de cada uno, promoviendo el empleo de diferentes formatos visuales, auditivos y motores para facilitar el aprendizaje del lenguaje y la escritura de manera integrada

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